No, no, no voy a dejar las causas en el décimo mes del año.
Ha llegado el otoño, eso quiere decir que empezarán a caerse las hojas de los árboles. Y del mismo modo, se me caerán a mi las hojitas. Y no me refiero a quedarme calva, sino a "desenamorarme" (sic).
Por cierto, para esta ardua labor otoñal voy a necesitar mucha ayuda, apoyo y planes efectivos... ¡poned a trabajar a vuestras mentes!
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