En el artículo que sigue no hablo de esos yonkis que se mueren de la heroína por los rincones. No, me refiero a aquellos que sin necesidad de drogarse (aunque no descarto, en absoluto, que lo hagan) tienen toda la pinta de hacerlo.
Son extremadamente delgados y/o con la voz de Robe Iniesta trasnochado y/o con aspecto desaliñado. No sé por qué, además, suelen estar relacionados con la música.
Curiosamente, son a este tipo de hombres a los que atraigo. Da igual que haya pasado tres horas arreglándome ante el espejo o que salga sudando del gimnasio: les atraigo. ¿Por qué? Me baso en la teoría de la atracción de los opuestos. Porque yo no soy, ni mucho menos, extremadamente delgada (ojalá) y mi voz es como la de Fani, la niña repelente de Farmacia de Guardia. Lo del aspecto desaliñado... bueno, según como me pillen. Pero también hay elementos de la teoría de la atracción de los iguales, porque cuando descubren mi relación con la música... ¡ay de mí!
Afortunadamente (sic) es el tipo de hombres que me atraen.
Y añado lo de (sic) porque ya podría yo atraerles (y atraerme a mi) a esos jóvenes apuestos y millonarios que andan sueltos por el mundo. Maldita sea.
2 comentarios:
Pues a mí tu voz me gusta.
yo fui esposo tuyo y ahora... bueno, ahora no se lo q soy, pero hago sociedad creativa contigo. Y yo, si, tengo q ver con la musica y soy delgado, pero aunque existan esas maximas, no doy la apariencias d yonki no?? :P
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