El otro día en la radio sonaba una canción sueca. O noruega, qué sé yo. Pero con ese característico sonido escandinavo que recuerda al frío. Y me pregunté si estaría condenada a sentir el frío en las canciones por haberse visto truncados mis planes de huida de esta forma tan fea, con chantaje emocional incluido.
Y aunque de todo esto he aprendido el absurdo de los planes a largo plazo, no pienso morirme frustrada. Lo único que tengo que hacer es no encontrar nada que me ate a Madrid.
De este modo, mis planes no se habrán visto truncados, sólo pospuestos y eso es algo con lo que puedo vivir.
1 comentario:
claro que los planes han sido pospuesto tú yo todavía tenemos que irnos a vivir juntos :)
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