Las princesas, por mucho que lo nieguen o intenten cambiarlo, lo son por el simple hecho de haber nacido princesas y, por tanto, haber sido educadas como tales.
Por eso mismo, por mucho que intenten ocultarlo bajo emulados malos modales, palabras groseras o ropajes aparentemente descuidados, no pueden evitar sentir una agradable sensación debido a la secreción de ciertas sustancias cerebrales (o de otras partes de su anatomía principesca) ante la perspectiva de ser tratadas como reinas.
Uno puede hacerse muchas cosas pero nunca llega a deshacerse por completo de lo que ha nacido.
1 comentario:
Creo que la perspectiva de ser tratado como reina provoca la secreción de ciertas sustancias cerebrales, u de otro tipo mucho mas asquerosito, siendo princesa o sin serlo. A tod@s nos gusta tener vasallos bajo nuestros pies o bajo otras partes del cuerpo, de nuevo mucho más asquerositas dependiendo del género.
Sea como sea, yo siempre te tratare como una reina (esperando provocar sólo el primer tipo de secreción para el otro te dejo que te busques otro vasallo)
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