Para alguien como yo, es decir, una inútil en lo que autodidáctica se refiere, (realmente en lo que se refiere a todo, pero ese es otro asunto que no vamos a tratar ahora) el primer paso para aprender algo es buscar (y encontrar) clases que se acomoden a sus necesidades.
De este modo, hoy he empezado con las clases de la autoescuela: las Marcas Viales (II) ya no son un problema para mi.
Y, del mismo modo, he dado con el que creo es el profesor de bajo perfecto. Sólo he de contar con la aprobación paterna. Y con aprobación me refiero a respaldo económico.
Me despido de vosotros, queridos cerezófilos, en lo que ha resultado ser una jornada de aprendizaje, alejándome, lentamente, de la completa burrinidad.
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