Llega el verano. Para mí, la peor época del año. El
calor me molesta demasiado, me duele la cabeza, me hincho.
Y siento
la melancolía propia del otoño. Sin embargo, el otoño me hace feliz. Será porque es mi cumpleaños.
Supongo que en verano me pongo triste porque tengo demasiado tiempo para pensar en las cosas malas que pasaron en invierno. Por supuesto, hay momentos muy buenos, increíbles. Pero me siento
azul. Azul clarito.
Y este verano no promete ser mucho mejor en ese sentido. Este verano tendré mucho que recordar. Muchas cicatrices, un par de manos y una nariz.
Tranquilos, tanto recuerdo y tanta autocompasión son parte del proceso de olvidar. Un blog nuevo, también.
Y a vosotros, ¿de qué color os hace sentir el verano?