Yo creía que el surrealismo de mi vida venía fuertemente marcado por el grado de alcohol. Anoche pude comprobar que no. Por supuesto, y como de costumbre, el surrealismo viene sucedido del patetismo. Y del rayamiento (¿o rallamiento?).
Sea como sea, mi lista de propósitos aumenta.
1 comentario:
no se como acabó la noche (y no se si kiero saberlo...jajaja).
Yo fui una velita durante dos horas...me vengaré la proxima vez q mi pollo venga a Sevilla (risa maliciosa)!!
Besitos!
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