miércoles, 8 de abril de 2009

Trastornos de personalidad

Creo que emito alguna especie de hormona que obliga a la gente que la percibe a cambiar su comportamiento hacia mi.

Pasan del amor a la aversión en cuestión de horas.
O del desdén a la deferencia.



Pero yo, que no soy científica, a lo mejor me equivoco y no se trata de una hormona. Sino, tal vez, de una revelación divina. O del efecto secundario de alguna medicación.

2 comentarios:

Marta G. Navarro dijo...

Sin conocer el caso, te diré que cuando me ha pasado a mí que la gente a cambiado de esa manera de actitud hacia mí se solía llamar la película HIPOCRESÍA.

Y no te preocupes, a mí siempre me producirás ganas de empujarte :P

Emilienko dijo...

Entonces yo debo tener un problema de olfato. Curiosamente, las primeras veces que te vi, no me resultaste tan maja como más tarde.