jueves, 17 de septiembre de 2009

El libre mercado y la libre imbecilidad


Este que veis aquí tan bien puesto, es el señor Adam Smith, padre del liberalismo económico, a quien me encontré por las calles de Edimburgo en mi aventura escocesa del año pasado.

Pues bien, hoy os voy a hablar de este señor y de lo tonta que es esta señora, que soy yo.

Este señor escribió un texto, muy bien escrito, redundante y recargado, como todos los buenos escrítos de su época, allá por el siglo XVIII. Y este texto tan bien escrito me cayó en el examen de Historia del Pensamiento Político y Social que hice el lunes pasado.

Pues yo, que soy muy lista y me lo llevaba todo muy bien estudiado, empecé a escribir la introducción para un comentario de texto sobre este señor. Y justo en ese momento, un rayo divino, o un atisbo de imbecilidad , me iluminó haciendome ver, repentinamente, que aquel texto no era del señor Smith, no, no, que era del señor Robert Owen, un señor cuyas ideas no tenían nada que ver con las de nuestro amigo Smith.

Y yo, que creo en la inspiración divina y en los atisbos de imbecilidad cuando menos me conviene, voy y planto en el examen que ese texto tan bien escrito y redundante no es de otro que del señor Owen, socialista convencido que lo hizo, lo dio y lo perdió todo por los trabajadores de sus fábricas.

Pobre de mi, cuando al regresar a casa compruebo que, efectivamente, se trataba del señor Smith y no del señor Owen quien firmaba aquel texto perteneciente a "La riqueza de las naciones".

¡Madre mía! ¡Suspenso asegurado!

Cual ha sido mi sorpresa esta mañana, cuando he ido a la facultad y he visto que a mi señora profesora lo que le ha iluminado ha sido un rayo de bondad y ha decidido ponerme un 5 en el examen.

HE APROBADO. Y ya estoy limpia de tercero. :)
y como no me lo creía le he hecho una foto a mi nota xD

1 comentario:

F. dijo...

No tiene nada que ver, pero me encanta el track 'Dancetaria' ^_^