domingo, 17 de agosto de 2008

Homicidio involuntario

Me retuerzo en mi cama.

Sola.

Y me pregunto qué es lo que hice mal.

Y sé perfectamente qué fue, en que momento y con qué palabras me cargué aquello.

Como matar al pony el día de Navidad. Y despertarme durante mucho tiempo con su cabeza a mi lado, en la almohada.

Me cansé de castigarme por aquello.

Y de noche, cuando me retorcía en mi cama, fantasmas.

Que aún me visitan, en forma de sueños.



Ahora sigo retorciendome en la cama. Sola. Pero esta vez, no es de dolor.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Recuerdo el momento. Palabras que nunca tuve que decir. Pero me pregunto, acaso es mejor callar lo que pide a gritos salir, sólo por "hacer las cosas bien"? somos de la forma que somos, y punto.

Pienso que seguiré diciendo las cosas cuando salgan. No pienso renunciar a lo que soy.

Emilienko dijo...

Hace poco pensé en lo mismo, pero yo me retorcí en la cama por no haber hecho nada. Por cobarde. Tu situación es más deseable.

José Luis dijo...

hola! me ha pasao tu blog mi querida amiguita irene, me gusta lo que escribes, tienes imaginación y es contundente,je je, sigue así , bueno yo tb tengo blog, es de dibujicos y esas cosas: http://jozeknt.blogspot.com por si te quieres pasar y ya nos comentamos mutuamente ya que nuestros amigos son unos cabroncetes y no lo hacen,ejej, saludos