Tu cuerpo está demasiado caliente para ser el de un cadáver.
El de alguien a quien maté hace ya algún tiempo.
Tal vez sólo te haces el muerto, para confundirme.
Por eso sonríes cuando yo no te miro.
Por eso me miras cuando sonrío.
Y siento tu mirada clavándose en mi cuerpo,
como puñales, o agujas de vudú.
Si me detengo, tus ojos son de vidrio,
tu pecho no se mueve al respirar.
Porque no respiras.
Pero sé, siento, que aún sigues vivo
y no sé qué sería capaz de hacerme alguien
a quien di por muerto.
El de alguien a quien maté hace ya algún tiempo.
Tal vez sólo te haces el muerto, para confundirme.
Por eso sonríes cuando yo no te miro.
Por eso me miras cuando sonrío.
Y siento tu mirada clavándose en mi cuerpo,
como puñales, o agujas de vudú.
Si me detengo, tus ojos son de vidrio,
tu pecho no se mueve al respirar.
Porque no respiras.
Pero sé, siento, que aún sigues vivo
y no sé qué sería capaz de hacerme alguien
a quien di por muerto.
5 comentarios:
que bonita inspiración mañanera!! (la madre que te parió, cada día escribes mejor...guarra!! :P)
Idem que Qayna...
Sigo pensando que eres una poeta fabulosa (soy un poco más elegante que stas dos, jajajaja)
Vuelvo a decirte que me gusta tu poema a lo Edgar Allan Poe ^^
(todo se reactiva)
Serías capaz de MUCHO.
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